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Algunos anti-Católicos argumentan que la Iglesia Católica es la Ramera de Babilonia de los capítulos 17 y 18 del Apocalipsis. El autor fundamentalista Dave Hunt, en su libro de 1994 A Woman Rides The Beast (Una Mujer Cabalga La Bestia), presenta nueve argumentos para tratar de probar esto. Sus reclamos son un útil resumen de todo lo usado por los fundamentalistas, y un breve examen de este material nos enseña que tales reclamos simplemente no funcionan.

#1: Siete Colinas

Hunt argumenta que la Ramera "es una ciudad construida sobre siete colinas", las cuales identifica con las siete colinas de la antigua Roma. Este argumento esta basado en Apocalipsis 17:9, que expresa que la mujer se sienta sobre siete montañas.

La palabra griega en este pasaje es horos. De las sesenta y cinco ocurrencias de esta palabra en el Nuevo Testamento, solo tres son vistas como "colina" en la versión del Rey Jaime. Las restantes sesenta y dos son traducidas como "montaña" o "monte". Las Biblias modernas tienen similares proporciones. Si el pasaje expresa que la Ramera se sienta en "siete montañas", podría referirse a cualquier cosa. Las montañas son símbolos bíblicos comunes, a menudo simbolizan reinos enteros (Cf. Sal 68:15; Dan 2:35; Amos 4:1, 6:1; Abdías 1, 8-21). Las sietes montañas de la Ramera pueden ser siete reinos sobre los que reinó, o siete reinos que tenían algo en común con ella.

El número siete también puede ser simbólico, frecuentemente representa completo en la Biblia. Si esto es así, las siete montañas puede significar que la Ramera reinó sobre todos los reinos de la tierra.

Aun si aceptamos que la palabra horos debería ser literalmente traducida como "colina" en este pasaje, todavía no nos aproxima a Roma. Otras ciudades son conocidas por haber sido construidas en siete colinas también.

Aun si se permite que la referencia sea Roma, de cual Roma estamos hablando ¿la Roma pagana o la cristiana? Como veremos, la Roma pagana coincide en todo con el criterio de Hunt mejor que la Roma cristiana.

Haciendo la distinción entre Roma y el Vaticano –la ciudad donde la Iglesia Católica tiene su sede actualmente- el argumento de Hunt se vuelve menos verosímil aún. La Ciudad del Vaticano no esta construida sobre siete colinas, sino sólo sobre una colina, a saber, la colina del Vaticano, que ni siquiera es una de "las siete" sobre los que la antigua Roma fue construida. Estas colinas están al este del río Tíber; la colina del Vaticano esta al oeste.

 

#2: "Babilonia" - ¿Qué significa ese nombre?

Hunt hace notar que la Ramera deberá ser una ciudad "conocida como Babilonia". Esto esta basado en Apocalipsis 17:5, el cual dice que su nombre es "Babilonia la Grande."

La frase "Babilonia la Grande" (griego: Babulon ha megala) se menciona cinco veces en Apocalipsis (14:8, 16:19, 17:5, 18:2 y 18:21). Su significado se aclara cuando se nota que Babilonia es mencionada en Apocalipsis siete veces como "la gran ciudad" (16:19, 17:18, 18:10, 16, 18, 19, 21). Además de estas, hay una sola referencia a "la gran ciudad". El pasaje es 11:8 que dice "y sus cadáveres, en la plaza de la Gran Ciudad, que simbólicamente se llama Sodoma o Egipto, allí donde también su Señor fue crucificado".

El Apocalipsis consistentemente habla como si solo hubiera una gran ciudad ("la gran ciudad"), sugiriendo que la gran ciudad en 11:8 es la misma que la gran ciudad mencionada en las otras siete citas: Babilonia. Evidencia adicional para la identidad de las dos es el hecho de que ambas son simbólicamente nombradas después de los grandes enemigos de la fe en el Antiguo Testamento: Sodoma, Egipto y Babilonia.

Esto sugiere que Babilonia la grande puede ser Jerusalén, no Roma. Muchos comentaristas Protestantes y Católicos han adoptado esta interpretación. Por otro lado, los primeros Padres de la Iglesia a menudo llaman a Roma como "Babilonia", pero todas las referencias eran para la Roma pagana, que martirizó Cristianos.

 

#3: Comete Fornicación

Hunt dice, "La mujer es llamada Ramera (versículo 1), con los reyes de la tierra ha cometido fornicación (versículo 2). Solo hay dos ciudades contra las cuales se puede hacer semejante cargo: Jerusalén y Roma."

Aquí Hunt admite que los profetas a menudo se referían a Jerusalén como una ramera espiritual, sugiriendo que la Ramera puede ser la Jerusalén apóstata. La Roma pagana de la antigüedad también coincide con esta descripción, ya que a través de la adoración al culto del emperador también cometió fornicación espiritual con los "reyes de la tierra" (aquellas naciones que conquistó).

Para identificar a la Ramera con el Vaticano, Hunt interpreta la fornicación como la realización de "alianzas profanas" que se fraguaron entre el Vaticano y otras naciones, pero falla en citar las razones por las que las relaciones diplomáticas del Vaticano con otras naciones son "profanas".

También confunde la Ciudad del Vaticano con la ciudad de Roma, y omite el hecho de que la Roma pagana tenía "alianzas profanas" con los reinos que gobernó (profanas porque estaban hechas sobre el paganismo y la adoración al emperador).

 

#4: Vestida en Púrpura y Rojo

Hunt declara, "la Ramera esta vestida de 'púrpura y escarlata' (versículo 4), los colores del clero Católico." Después cita la Enciclopedia Católica para mostrar que los Obispos llevan determinada vestimenta púrpura y los Cardenales determinada vestimenta roja.

Hunt ignora el obvio significado simbólico de los colores –púrpura para la realeza y rojo por la sangre de los mártires Cristianos. Notamos que aquí Hunt, repentinamente, se vuelve literal en su interpretación. Entendió bien que la mujer simboliza una ciudad y que la fornicación simboliza otra cosa que literalmente sexo, pero ahora quiere asignar los colores literalmente a alguna vestimenta de determinada clerecía Católica.

Púrpura y rojo no son los colores dominantes de la vestimenta del clero Católico. El blanco lo es. Todos los sacerdotes llevan blanco (incluyendo Obispos y Cardenales cuando están celebrando Misa), inclusive el Papa también lo hace.

El púrpura y escarlata de la Ramera son contrastados con el blanco de la nueva Jerusalén, la Esposa de Cristo (Ap 19,8). Esto es un problema para Hunt por tres razones:

a) ya hemos asentado que el color dominante de la vestimenta del clero Católico es el blanco, que se identificaría con la nueva Jerusalén si el color es tomado literalmente;

b) el vestido de la Esposa esta dado como una interpretación simbólica ("las justas acciones de los santos" 19,8), implicando que el vestido de la Ramera también debe estar dado en un significado simbólico; y

c) la identificación de la Esposa como la Nueva Jerusalén (Ap 3;12, 21:2-10) sugiere que la Ramera puede ser la antigua Jerusalén apóstata –un contraste usado en otra parte de la Escritura (Gal 4, 25-26).

Hunt ignora el significado litúrgico del púrpura y el rojo en la simbología Católica. El púrpura significa arrepentimiento, y el rojo honra la sangre de Cristo y los mártires Cristianos.

Es apropiado para el clero Católico usar púrpura y escarlata, si no por otra razón sino porque han sido los colores litúrgicos de la religión verdadera desde los tiempos del antiguo Israel.

Hunt omite el recordar a sus lectores que Dios ordenó que el hilo y la lana escarlata serían usados en las ceremonias litúrgicas (Lev 14:4; 6, 49-52; Num 19:6), y que Dios ordenó que las vestiduras de los sacerdotes fueran hechas con hilo púrpura y escarlata (Ex 28: 4-8, 15, 33, 39;39;1-8,24,29).

 

#5: Posee Gran Riqueza

Hunt declara, "la increíble riqueza de la Ramera sorprendió a Juan. Resplandecía con oro, piedras preciosas y perlas...(Ap, 17,4)". El problema es que, a pesar de lo que haya tenido en el pasado, el Vaticano moderno no es fantásticamente rico. De hecho, opera con un déficit en el presupuesto en años recientes y tiene un presupuesto anual aproximadamente del tamaño del presupuesto de la Arquidiócesis de Chicago. Además, la riqueza coincide más con la Roma pagana o la Jerusalén apóstata, ambas centros económicos claves.

 

#6: Una Copa de Oro

Hunt también dice que la Ramera "tiene una copa de oro [cáliz] en su mano, lleno de abominaciones y de las impurezas de su fornicación." Esta es otra referencia a Apocalipsis 17:4. Luego él declara que "la Iglesia es conocida por sus cientos de cálices alrededor del mundo".

Para sugerir que la copa de oro es el cáliz Eucarístico, Hunt inserta la palabra "cáliz" entre corchetes, aunque aquí la palabra griega es la común para copa (poterion), que aparece treinta y tres veces en el Nuevo Testamento y siempre es traducida como "copa".

Ignora el hecho de que el cáliz Católico es usado en la celebración de la Última Cena –un ritual ordenado por Cristo (Lc 22,19-20; I Cor 11, 24-25); ignora el hecho de que la mayoría de los cálices Eucarísticos Católicos no están hechos de oro, sino de otros materiales, tales como latón, plata, cristal, y hasta vasijas de barro; ignora el hecho de que las vasijas y utensilios litúrgicos dorados han sido parte de la verdadera religión desde los tiempos del antiguo Israel –otra vez por orden de Dios (Ex 25:38-40, 37:23-24; Num 31:50-51; " Cron 24:14); y otra vez usa una interpretación literal, por la cual la copa de la Ramera no es un único símbolo que se aplica a Roma, sino una colección de muchas copas (literalmente) usadas en las ciudades a todo lo largo del planeta. Pero el Apocalipsis nos dice que es la copa de la ira de Dios la que se le da a la Ramera (Ap 14:10; cf. Ap 18:6). Esto no tiene nada que ver con los cálices Eucarísticos.

 

#7: La Madre de las Prostitutas

Ahora el argumento de Hunt más risible: "la atención de Juan es fijada en la frente de la mujer: LA MADRE DE LAS PROSTITUTAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA (versículo 5). Tristemente, la Iglesia Católica Romana encaja en esta descripción como en las otras. Mucho de la causa de esto es la doctrina anti-bíblica del celibato sacerdotal, que ha hecho pecadores en el clero y prostitutas a aquellas con quien secretamente cohabitan."

El celibato sacerdotal no es una doctrina, es una disciplina –una disciplina en el Rito Latino de la Iglesia- y aún este rito no siempre es obligatorio. La disciplina no puede ser ni remotamente anti-bíblica, ya que el mismo Hunt menciona, "El gran apóstol Pablo fue célibe y recomendó este estado a otros que quisieran dedicarse de lleno al servicio de Cristo."

Hunt de nuevo ha dado bandazos absurdamente con una interpretación literal. Debe interpretar la prostitución de las hijas de la Ramera como la misma que la de su madre, por lo que es llamada su madre en primer lugar. Esto sería la fornicación espiritual o política o la persecución de los mártires Cristianos (Cf. 17:2,6; 18:6). En vez de eso, Hunt da una interpretación literal de las hijas, prostitutas terrenales cometiendo, literalmente, fornicación terrenal.

Si Hunt no tuviera una fijación sobre la versión del Rey Jaime, él observaría otro punto que identificaría las iniquidades de las hijas con la de su madre: la misma palabra griega (porne) es usada tanto para la madre como para las hijas. La versión del Rey Jaime traduce esta palabra como "ramera" siempre que se refiere a la madre, pero como "golfa" cuando se refiere a las hijas. Las traducciones modernas, por el contrario, traducen esta palabra usando siempre un mismo término en español. Juan ve "la gran ramera" (17:1, 15, 16; 19:2) quien es "la madre de las rameras" (17:5). Las iniquidades de las hijas deben ser las mismas que las de su madre, ¡pero entonces no puede ser sexo literal!

 

#8: Derramó la Sangre de los Santos

Hunt menciona, "enseguida Juan observa que la mujer esta embriagada –no con alcohol sino con la sangre de los santos, y con la sangre de los mártires de Jesús... [Cf. versículo 6]". Entonces acusa de brutalidad y matanzas a las Inquisiciones, supuestas conversiones forzadas de naciones, y ¡hasta el holocausto Nazi!

Esta sección del libro abunda en errores históricos, siendo el menor el de su implicación que le endosa a la Iglesia la conversión forzada de naciones. La Iglesia enfáticamente no lo hizo. Ha condenado las conversiones forzadas desde el tercer siglo (antes de que remotamente fuera posible), y formalmente las ha condenado en repetidas ocasiones, como en el Catecismo de la Iglesia Católica (CCC 160, 1738, 1782, 2106, 2107).

Pero la Roma pagana y la Jerusalén apóstata coinciden con la descripción de la ciudad embriagada con la sangre de los santos y los mártires de Jesús. Y ya que fueron notorios perseguidores de Cristianos, el público original habría automáticamente pensado en una de estas dos como la ciudad que persigue Cristianos, no una Roma Cristiana nunca soñada que estaba a siglos en el futuro.

 

#9: Reinó sobre Reyes

Para su último argumento, Hunt dice, "Finalmente, el ángel revela que la mujer es 'la gran ciudad, que tiene soberanía sobre los reyes de la tierra' (versículo 18). ¿Existe tal ciudad? Sí, y otra vez solo una: Ciudad del Vaticano."

Esto es una broma. El Vaticano no tiene poder sobre otras naciones; ciertamente no reina sobre estas. De hecho, la misma existencia del Vaticano ha sido amenazada en los pasados dos siglos por el nacionalismo Italiano.

Hunt apela al poder que los papas alguna vez tuvieron sobre gobernantes políticos Cristianos (descuidando el hecho de que esto siempre fue una autoridad limitada, por propia admisión de los papas), pero en aquel tiempo no había una Ciudad del Vaticano. El Vaticano solo llego a ser una ciudad separada hasta 1929, cuando la Santa Sede e Italia firmaron el Tratado de Letrán.

Hunt parece entender que este pasaje esta hablando acerca del Vaticano, ya que la moderna ciudad de Roma es solo una fuerza política menor. Si el reinado es literalmente, político, entonces la Roma pagana cumple el requisito mucho mejor que lo que la Roma Cristiana jamás lo pudo haber hecho.

Para mayor información sobre la Ramera de Babilonia, ver el artículo La Ramera de Babilonia.

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